Granada se encuentra a sólo 40 km al sur de Managua y a 50 km de las playas más bellas del Océano Pacífico.
Se la considera una de las ciudades coloniales más bellas de América Central, con una combinación de formas moriscas y andaluzas.
Entre las históricas edificaciones destaca la Iglesia y Convento de San Francisco, que guarda en su interior grandes tesoros de la época precolombina.
El Parque Central es el punto de encuentro en el que los habitantes de Granada socializan a toda hora del día. Allí es posible encontrar artesanía, platos típicos (entre los cuales sobresale el " vigorón ") y música.
Frente a las costas de granada se encuentran Las Isletas, un hermoso archipiélago cuyas islas se formaron por las erupciones del Volcán Mochambo.
Fue la capital de Nicaragua durante más de 200 años, hasta que la reemplazó Managua en 1851.
Corn Island y la Little Corn Island son dos islas ubicadas a 70 km. de la costa caribeña, frente a las costas de la ciudad de Bluefields.
También conocida como "La Gran Sultana", por su volcán, antiguamente conocido como El Sultán.
Apenas separada del balneario de Las Peñitas por el estero del mismo nombre, esta isla tiene una anchura máxima de 250 metros y una mínima de 50.
Con sus 532 Kilómetros cuadrados, es una de las lagunas de agua dulce más grandes de América.
Es una ciudad rodeada de lagunas volcánicas. Su nombre significa "donde hay una extensión de agua".
La Playa de Montelimar, llena de una exuberante vegetacion tropical, se encuentra ubicada en la costa Oeste del Pacifico Nicaragüense.
En la ruta a Occidente, se llega a las poblaciones de Nagarote y La Paz Centro.
Dentro del lago Cocibolca se encuentra la isla Ometepe, la más grande isla del mundo situada dentro de un lago.
El puerto lacustre de San Carlos está ubicado en el extremo suroriental del lago de Nicaragua.
San Juan del Sur es un pequeño y pintoresco pueblo pesquero ubicado en la bahía del mismo nombre, en el departamento de Rivas (Pacífico Sur).
Nicaragua es el país americano con mayor número de volcanes por km2, atractivos en sí por su majestuosidad y naturaleza, han conferido una fertilidad especial a la tierra.